Las organizaciones se han tenido que enfrentar a múltiples desafíos tecnológicos en los últimos dos años producto de la pandemia. No solo ha sido facilitar el trabajo remoto, sino también impulsar aún más sus ventas y la entrega de servicios en línea, la adopción de la nube, redimensionar su logística de e-commerce y muchos otros. Y todo esto ha sido junto con el aumento de la transformación digital, lo que ha generado la desatención a ciertos aspectos vinculados a la ciberseguridad.
Porque si bien las empresas han introducido cada vez más sistemas para impulsar el crecimiento de sus operaciones, también han aumentado la superficie de riesgo. Y el impacto es mayor, si tomamos en cuenta que cada vez recopilan más datos para poder garantizar una mejor experiencia a sus clientes y una interacción más sólida con sus socios comerciales. Así que no es un panorama alentador para muchos negocios.
Y a todo esto se le suma el hecho que muchas empresas siguen viendo la seguridad como una carga en lugar de un habilitador comercial estratégico. Según resultados de una encuesta de McKinsey, 70% de las empresas confirmaron que no están integrando la seguridad en servicios, productos y procesos, lo que sin duda las hace más vulnerables a amenazas de seguridad cada vez más frecuentes y sofisticadas.
Entonces la pregunta que seguro te haces es, cómo podrías incorporar una estrategia de seguridad sólida en tu negocio sin afectar la transformación digital que ya vienes adelantando para seguir creciendo e innovando. Pues sigue leyendo y te daremos algunas pistas.
Es importante la seguridad de los datos
La privacidad de los datos y la ciberseguridad son aspectos clave en la transformación digital de cualquier negocio. Ya no se trata solo de preservar la confianza de los clientes, sino también de tener una ventaja competitiva y de garantizar el cumplimiento de regulaciones y marcos legales. Por eso hay estudios que revelan un incremento importante de las inversiones tanto en ciberseguridad como en computación en la nube.
Las empresas se están moviendo a servicios privados en la nube porque tienen una mayor preocupación por la seguridad de los datos, la protección contra amenazas (ciberseguridad) y la recuperación de desastres. Sin embargo, también les preocupa que los acuerdos con estos servicios externos les garanticen aspectos como la confidencialidad, la protección y la soberanía de los datos.
Del mismo modo, las leyes de residencia de datos son otro foco de preocupación y, sin duda, han afectado directamente sus estrategias en la nube. Y esto se debe a que son un elemento que puede generar un efecto dominó en la seguridad de la empresa, la privacidad personal y el comercio internacional. Por lo tanto, el valor de los datos para las empresas es hoy algo innegable.
Los datos son un elemento clave en cualquier estrategia tecnológica que quiera ser exitosa, sea desde el punto de vista del uso, análisis, recopilación, protección o almacenamiento. Por eso debes prestar atención a todas estas consideraciones si quieres que tu negocio tenga éxito en su estrategia de transformación digital. De esa forma, podrá aprovechar al máximo los beneficios de la agilidad y la innovación y, al mismo tiempo, minimizar el riesgo para la empresa.
La complejidad tecnológica no garantiza más seguridad
Nunca las empresas han mostrado tanto interés por la seguridad como ahora. De hecho, según cifras de Gartner, los gastos en ciberseguridad alcanzaron los 150 mil millones de dólares para el cierre de 2021. Sin embargo, esto no ha significado que las empresas sean más eficaces a la hora de garantizar la seguridad de sus sistemas y datos. De hecho hay datos que revelan que esa eficacia ha disminuido en cerca de 13%.
Y esto ha sido porque las empresas no han entendido que sus inversiones en tecnología de seguridad, muchas veces lo que hacen es crear una expansión descontrolada de herramientas. Pero esto en lugar de ser positivo, lo que añade es un nivel de complejidad en los sistemas que disminuye la capacidad para detectar y gestionar amenazas.
De hecho, pudiera sonarte lógico que mientras más capas de seguridad implementes a nivel de tus sistemas, más seguridad obtendrás. Pero no siempre es así. Según datos de IBM, una empresa promedio puede implementar 45 capas de seguridad en sus redes, pero una vez que supera las 50, ya su efectividad para detectar amenazas comienza a disminuir. En cambio eso no sucede en empresas que usan menos herramientas o que se valen de un proveedor externo para administrar todo su ecosistema tecnológico.
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Mantener el talento de seguridad es un desafío
Con cada vez más amenazas de seguridad rondando los sistemas de las empresas y con un aumento en la sofisticación de los ataques, la demanda de profesionales de ciberseguridad no para de crecer.
Sin embargo, no es fácil satisfacer o retener a estos talentos. Muchas veces estos profesionales se deben enfrentar a escenarios y desafíos realmente complejos. Desde abordar proyectos de TI que se iniciaron sin considerar los aspectos de seguridad, hasta trabajar con gerencias que no tienen interés en el tema o asumir exageradas cargas de trabajo. Y todo esto tiene que ver con falta de madurez de las empresas para gestionar la carga de trabajo de estos proyectos de seguridad a escala.
Muchas veces esa incorrecta gestión lo que hace es convertir estos proyectos de seguridad en algo interminable, sin garantías de una protección real, con tiempos de respuesta muy lentos y un enfoque poco flexible.
Debe existir un equilibrio entre el riesgo y los beneficios comerciales
Las empresas que están trabajando en una estrategia de transformación digital, deben acostumbrarse a tomar decisiones basadas en el riesgo. Eso implica comprender los riesgos asociados y tener claro si el beneficio comercial que obtendrá supera el costo de administrar esa estrategia.
Por ejemplo, si permites que tus empleados trabajen desde casa o desde cualquier otro lugar, eso aumenta el riesgo de que sus dispositivos sean infiltrados o vulnerados para poder acceder a la red de la empresa. Sin embargo, eso no significa que debas impedirles el trabajo remoto, sino más bien debes intentar implementar medidas para gestionar los riesgos de seguridad. De esa forma, adoptarás un enfoque basado en el riesgo que te permitirá tomar decisiones más claras y en función del mejor resultado para la empresa.
Pero esas decisiones deben tener en cuenta tanto la tecnología, como las personas y los procesos vinculados con el negocio. Solo de esa forma es posible proteger tanto los ingresos como la reputación de la empresa a largo plazo.
La ciberseguridad como un elemento habilitador
La innovación empresarial se puede acelerar cuando la ciberseguridad se convierte en un elemento habilitador. Por ejemplo, cuando se adoptan tecnologías innovadoras en la nube, inteligencia artificial (IA), IoT y formas de trabajo remoto, las empresas pueden acelerar la innovación y, al mismo tiempo, garantizar que los datos del negocio y de los clientes estén seguros.
Pero para ello deben seguir un enfoque de tres pasos:
- Alinear: las empresas deben tener una comprensión integral de las capacidades de seguridad existentes, para poder reconocer las brechas tecnológicas y poder generar una hoja de ruta clara y concisa hacia una forma de seguridad más escalable y moderna. De esa forma, pueden apoyar la innovación a escala.
- Transformar: para integrar la seguridad en el ADN digital, las empresas se deben transformar. Eso implica hacer inversiones en capacidades organizativas y técnicas, a fin de poder ofrecer un entorno digital escalable y seguro por diseño.
- Escalar: las organizaciones deben respaldar la escalabilidad de las operaciones cibernéticas con proveedores de servicios de seguridad. Eso garantiza que las inversiones tengan el respaldo de la experiencia de un proveedor especializado y, de esa forma, la empresa puede dedicarse a generar innovación y valor comercial.
No hay duda que las empresas que estén recorriendo o que decidan recorrer el camino de la transformación digital, deben tener en cuenta los desafíos que impone la ciberseguridad. Y es que no hay forma que una cosa funcione sin la otra, sobre todo porque lo impone la realidad a la que se enfrentan hoy los negocios. Eso lo entendemos muy bien en Amagi, por eso si quieres asegurarte de recorrer este camino con éxito, no dudes en contactarnos. ¡Te ayudaremos a maximizar el potencial de tu negocio!